03 enero 2008

2008.
Con las primeras luces del primer día, me han contado la primera historia del año:


Él era un héroe, un sol, el hermano mayor de mi amigo, el centro de la familia, el nexo de amor que los unía.
Nosotros éramos unos niños, y él tendría 22 años, pero era, en el pueblo, de las pocas personas que valían la pena. Y era guapo, muy guapo... ¿Ves cómo es mi amigo? Pues era mucho más guapo que él. Pero es curioso, no se le conocía novia alguna... Recuerdo la última vez que lo vi. Lo vi pasar a través de los cristales de una ventana, caminando con mi padre, y sonreía feliz, llevaba en la cara una sonrisa de oreja a oreja.

Uno o dos días después murió. Se arrojó al tren.

He levantado la vista, y ahora nos miramos fijamente. Me dice entonces:

.- Estaba en tratamiento; medicado. Un caso declarado de esquizofrenia.

Yo conocía la historia. Sé que el suicidio del hermano cambió la vida de su amigo, de la familia, y quizá determinó mucho de lo que ahora les sucede...
Pero hay algo que no encaja; su voz transmite aún las impresiones de que se impregnó en otra época....

.-¿Estás segura de que no fue un accidente?

No; está claro que esa cuestión quedó más que zanjada, y su voz cuando me lo dice refleja claramente la certeza que entonces se alcanzó.
Pero a mí me sigue faltando el componente trágico de esa trágica historia.
Estoy razonablemente seguro de que no fue un suicidio; y recuerdo los juegos infantiles de cuando aprendemos el mundo, y exploramos las posibilidades de cada suceso:
¿Qué pasaría si...?
"l'attraction du vide" la atracción del vacío, se le ha llamado.
Pero a mí me parece la rabia infantil del que cree, del que sabe que viene de la unidad perfecta y ve que a cada elección le escamotean una mitad del todo. (Que es en realidad casi todo el todo, por que si a cada disyunción se pierde la mitad; al segundo segundo sólo nos queda un cuarto; y a la tercera disyunción un octavo del todo... Y así hasta que al final nuestra vida no es más que una fina línea unidimensional que recorre, zigzagueando, el universo)


.- Quizá estaba haciendo pruebas -comento en voz alta.

Quedamos ambos absortos en nuestros pensamientos, y aunque sigo inseguro de que me haya comprendido, al final rompe el silencio para decirme:

.- Es curioso. Dice mi amigo que como parte del tratamiento, los últimos días, los psiquiatras le habían aconsejado que jugara; que jugara como un niño.

10 comentarios:

Gabriel Antón dijo...

Dificil de comprender. La esquizofrenia: ese lugar maldito que abre una puerta invisible en el mundo tras la que surgen, en el mismo, mil desconocidos mundos. ¿Qué podemos llegar a saber?

Me ha gustado mucho tu interpretación: "viene de la unidad perfecta y ve que a cada elección le escamotean una mitad del todo". Parece el cuento de Borges: "la vida es el jardín de los senderos que se bifurcan".

Un placer volver a verte postear.

Anónimo dijo...

Te traduzco un cachito de un libro que estoy empezando a leer.

¿Cómo se ha llegado a mostrar al esquizofrénico como una ruina autista, separado de lo real y desconectado de la vida? Peor aún: ¿cómo ha logrado la psiquiatría prácticamente convertirlo en esa ruina; reducirlo a ese estado de un cuerpo sin órganos que ha quedado muerto - él, que se situaba en ese lugar insoportable en el que el espíritu toca la materia viviendo cada una de sus intensidades, consumiéndola?
Y quizá deberíamos relacionar esta pregunta con otra, muy diferente en apariencia: ¿cómo el psicoanálisis consigue reducir, al neurótico en este caso, a ser una pobre criatura consumidora eterna de papá-mamá, y nada más? ¿Cómo se ha podido reducir la síntesis conjuntiva del "¡Era pues eso!" "¡Así que soy yo!" al eterno y descolorido descubrimiento de Edipo "Es pues mi padre, es pues mi madre..."

Gilles Deleuze et Felix Guattari: EL ANTI-EDIPO (Capitalismo y Esquizofrenia)

(compara esta segunda parte del texto con el genial descubrimiento de Amélie Nothomb a los dos años y medio que describe en su metafísica de los tubos (justo antes de este trozo de texto que he encontrado por internet)

El cuento de borges se llama, que yo recuerde, "El jardín de los senderos que se bifurcan" pero tienes razón: la vida es "el jardín de los senderos que se bifurcan"

Aquí estamos: intentando comprender algo de todo esto, y conservar la dignidad, si fuera posible.

Gabriel Antón dijo...

El Anti Edipo no lo he leído. Comencé leyendo la segunda parte (Mil Mesetas), cuyas dos primeras frases se me quedaron grabadas y espero no disfrazar: "El Anti Edipo lo escribimos a dúo. Como cada uno de nosotros era varios juntos formábamos una multitud". Demasiado, ¿verdad?. Pues bien, te confieso que, al igual que "Ulises", se me cayó de las manos, no sin antes leer dos capítulos para no tener que comerme el libro a cachitos ni inyectármelo en vena, como hubiera hecho de mí una amiga buena, con la que mantuve interminables discusiones metafísicas antes de darle un puñetero beso. Pero está muy bien tener asignaturas pendientes. Con tu cita me añades otra más. Gracias.

En la línea rizomática a la que apuntan tus citas (Aspiradora: genial), te pregunto: ¿tantas veces has usado unas escaleras y nunca se te ha ocurrido consultar su correspondiente Manual de Instrucciones?

El mundo no es tan sencillo como en nuestra ignorancia lo imaginamos. A eso iba. Si pudieramos, por un sólo segundo, aprehender la complejidad de lo que nos rodea ya estaríamos condenados. Siempre se habla de "locura", "esquizofrenia","manía", como de aquello que nos hace "perder la razón", pero es falso. Hablo sólo por mi experiencia y lo que he tenido que ver y hablar, pero creo que el "loco" como tal, es precisamente el que centuplica su razón, de lo cual se deriva la incapacidad de entrar en sintonía con el resto de ignorantes mortales, cabeceantes zombies en un mundo aletargado Esto les conduce paradójicamente a la marginalidad y a la incapacidad de interaccionar coherentemente con ese mundo.

Creo que no se comprende nunca el verdadero problema de la locura. No es que el loco vea que esto pasa, que el loco crea que esto va a pasar, es que, en el loco - pasa y, lo que es aún más grave: su verdad no es menos verdadera que la de los demás. El único problema es que él está solo, ha accedido a una nueva óptica de la realidad que nadie podrá compartir.

No soy ingenuo, ni menoscabo el terrible potencial de una enfermedad mental. Como sé que te gusta leer e indagar en la web te linko al hilo más desgarrador que conozco sobre la psicosis. Uno de los testimonios es el mío. Por cierto, se trata de un hilo que parece no apagarse ni perder intensidad.

El tema da mucho más de sí. Me has dado argumento para un par de posts. La psiquiatría es una disciplina maldita, de técnicas medievales, próxima a extinguirse, y que ha sido incapaz siempre de cumplir su papel, en contra de lo que desde siempre se viene anunciando.

Los enfermos mentales son por definición el colectivo que peor puede defenderse, y sus pertenecientes, una vez sanados en su caso, dicen no pertenecer a él, o hacerlo sólo parcialmente. No están tan locos. Ya no lo están. La locura es algo invisible, que parece no afectar a nadie y sólo se manifiesta en sucesos como el que narras en tu post, pero esto no debería ser así.

Bueno, no me enrollo más. Tengo a medias "Los Renglones Torcidos de Dios" de Torcuato Luca de Tena, novela que me han recomendado y me decepciona progresivamente. Imagínate, don Torcuato, ministro de Franco, director de ABC, presentado en el prólogo por un reputado psiquiatra cuya estirpe quiere perpetuarse en las letras de nuestro país, presentado como el heroico escritor que se infiltra para investigar en un sanatorio, "como un loco más, entre los locos. Como si se estuviera yendo a Kenia.

Aunque no tiene valor, ni siquiera para mí (el tema da mucho más de sí), en mi blog hay algo sobre los Renglones Torcidos (los locos que yo conocí), a los que, una vez, esbocé un pequeño Homenaje.

Perdona la extensión, tío.

Anónimo dijo...

Te comento en el homenage

Gabriel Antón dijo...

Ya está ya está ya está. Corregido a tu gusto. Me dejaste de piedra. Aquel post no había recibido en su día ningún comentario y yo pensaba que no lo había leído ni Dios! Y resulta que tú recuerdas el texto mejor que yo. Por suerte conservaba la versión original, y he hecho un híbrido (cuestión de pulcritud) pero esta vez sin suprimir nada nada nada.

Suelo tener muchas dudas de la utilidad de escribir en un "vertedero de ocurrencias", léase blog, de ahí en parte la repentina desaparición. Cosas así me hacen desear escribir uno eternamente. Te puse un comment ahí que supongo verás.

wind dijo...

me imagino que tener esquizofrenia es entre otras cosas saber que hay fantasmas en el gelido viento de invierno que mueve los arboles, mundos dentro de mundos y puertas detras de puertas. pero no todo lo bueno esta bien canalizado.

huelladeperro dijo...

Gabriel Antón
Presentado por Vallejo-Nájera, supongo, a mi me lo recomendaron encarecidamente, ¿has leído algo de él?

sohma
Me imagino lo mismo, pero no creo que sea fácil canalizar esa llegada masiva de información interconectada...
debe hacer falta mucho valor, mucha determinación, y seguro que tambióen mucha suerte...

Gabriel Antón dijo...

Sí. El libro no es que esté mal, pero no es el estudio profundo que yo esperaba, es como una novela policiaca. Tengo que rematarlo, ya te daré una opinión definitiva. De Vallejo Nájera no leí nada. Me iban a dejar el primer libro de su serie "locos egregios" pero fnialmente no.

El post que pusiste en Reyes es, creo, lo mejor que te he leído nunca.

wind dijo...

hola huella de perro, soy SOHMA solo que cambie de nombre.
siempre e visto en la locura la fuente de la que se alimentan los genios. como dices, se necesita un poco de todo para canalizar este tipo de energia. me gustaria que siguieras visitando mi blog cada que tengas una chancita :)

PRUEBAS 2013. dijo...

Un abrazo muy muy fuerte para ti. Esto es lo que me sugieres.