28 octubre 2007

Prière du matin


¿Me tomaré un café?
No, porque eso es lo que estaba determinado
¡Me tomaré un cortado!
Pero mi intento de romper el determinismo
también estaba determinado
(según Javier Molina)

El Dios existe; quizá, desde siempre.
Parece capaz de tensar las series hasta secuenciarlas.
Hasta crear el tiempo.

Desde su primera sorpresa al reconocerse la pulsión inicial ha multiplicado las miradas sobre su ser; su propio reflejo; para hacer de sí misma una vibración.
La nada se imbrica intercalada a cada pulso, y Dios es digital.

No sé, no sabemos. El soporte de lo físico parece desvanecerse en lo más pequeño.
Como la duda de un Dios en la barra del bar la existencia de lo más pequeño no es 'real' sino probabilística. La Materia misma divina; lo único que hay; parece multiplicar la duda sobre si ser aquí o un poco más allá: parece no ser más que esa duda, infinitamente repetida. Puramente mental.


Pero el Dios sostiene el mundo, la trama física de lo que existe y la trama vital de lo que vive. Infinitamente cruel. Infinitamente inflexible. Y no puede ser de otra manera.
Y los seres vivos, que somos Dios, tomamos ejemplo de lo más alto, y así avanzamos lentamente. La avanzadilla misma del Dios.

Durante muchos días, mi primer deseo, el más intenso, fue gritado con todas mis fuerzas a la cara misma del Dios. Algo logré:

Du sang dans mes veines, Seigneur !
du sang dans mes veines !!

De la souplesse dans mon corps, Seigneur
de la souplesse !!

Du courage dans mon coeur, Seigneur !
du courage !!

3 comentarios:

Antígona dijo...

Joder, huelladeperro, tú sí que me has dejado a mí apabullada.

Reconozco que me había despistado contigo, el curro, ya sabes, esa maldición bíblica que últimamente está pudiendo conmigo y que nos lleva a sólo mirar lo más inmediato. Y como tú andabas poco inmediato... pues eso, que despiste de padre y muy señor mío.

¿Y esto? Se te ve de un metafísico subido. Me he leído tu texto varias veces y, francamente, no tengo muy claro lo que quieres decir. O al menos pensaba que sabía lo que querías decir hasta que leo que ese dios somos nosotros, los seres vivos, y entonces se me demonta toda la paraeta relativa al dios digital y de existencia puramente probabilística.

¿Un poco de luz para esta miope?

¡Un beso!

P dijo...

Quedé alucinando con esta imagen de la multiplicacion de las miradas a uno mismo afin de devenir vibracion. "Ser" en la propagacion de una onda, la materia discontinua, el eter y en medio de todo uno mismo hecho universo, hecho dios, a escala nanométrica viajando en el tiempo, creandolo a su antojo, desafiando la propia limitacion de pequeño cuerpo masivo sometido a las leyes de la fisica tradicional.
ya no me sorprende encontrarle cada vez mas sentido a la "teoria de cuerdas" y constatar como "el hombre" tiene una conciencia dormida -a veces muuuy dormida- de la realidad que se inventa y de la que lo inventa a él.

Ana dijo...

Pues me parece que sí.
Que dios somos nosotros, y que a veces te pasas con la carga en el canuto ;P
Un beso.